Excmo.
Sr Alcalde, Concejales, Autoridades, Sras. y Sres. amigos todos.
Fue
para mí una sorpresa, una emotiva sorpresa, cuando en la ceremonia
eclesiástica del día de la Purísima se me anunció por parte de la
concejalía de Cultura y en su potestad de concejal Ginés, que éste
Ayuntamiento de Turre me nombraría HIJO ADOPTIVO DE LA VILLA DE
TURRE.
Como
ustedes comprenderán es para mí un altísimo honor esta gratitud y
ofrecimiento de distinciones que tanto nos emocionan, cuando
recibo este reconocimiento del que tan profundamente honrado me
siento, porque creo que no existe mayor orgullo que recibir la más
alta distinción de la Villa, del pueblo donde uno vivió. Y cuando
esto ocurre se me vienen de golpe infinidad de recuerdos guardados en
el archivo ancestral de la memoria: la niñez, la pubertad, la
juventud, la madurez, los años vividos. La vuelta a los orígenes
siempre alegra la vida, porque la vida es camino y horizonte. Tiempo
e ideales. Teniendo por delante este nombramiento he repasado tanto
en mi archivo cerebral como literario o fotográfico las vivencias y
los recuerdos más íntimos. Me han hecho ver como en este mismo
lugar jugaba a pídola, al marro, y al manos arriba o “ahí va mi
gavilán, con siete uñas de gato, sin no me traes chicha, las orejas
te las saco” o como nos sentábamos a oír la música del cine de
Diego Baraza u oír el cante por Antonio Molina del Carmona. El
folklore cantando guajiras y el cante de las carreras que son cantos
para bailar. El cante jondo de los gitanos con el Tío Antón y
Santiago Santiago a la guitarra y troveros que hubo muchos
O
me trae el perfume de rosal o de jazmines que había en mi jardín. O
la esplendida visión que tenía desde mi casa de los grandes
acontecimientos del lugar como la Feria o la Semana Santa con las
corridas del resucitado y el encuentro desde mi balcón. Tránsitos
de vida y enseñanza de la misma, pero también esta es nostalgia del
pasado y hasta del propio presente Y estos recuerdos en la memoria
son el bálsamo de paz al que nunca nos podrán arrebatar.
Aquí
recuerdo con inmensa emoción las vivencias con mi padre en el
ejercicio de la Medicina con tan pocos medios que entonces se podía
disponer y tan lejos de los de ahora de los que yo dispongo; pero es
ahora cuando reflexiono sobre los mismos y donde mi padre ponía todo
el saber y buen hacer en resolver la enfermedad o sabiendo reconducir
el curanderismo imperante popular. Pero también se entregaba en
resolver la enfermedad del alma ejerciendo el Humanismo como gran
Médico Humanista que era. Fue un hombre al que admiré toda mi vida
por su profundo sentimiento humano. Un hombre tolerante, de
principios y valores que eran inmutables, tremendamente culto,
apasionado de la Historia y ese gran bagaje cultural sabía
trasmitirlo cuando yo le preguntaba. El amor por Turre lo heredé de
él. Es en Turre donde él se encontraba feliz y pletórico de vida.
Un hombre de valores que supo trasmitir no solo a sus hijos sino a
todos los vecinos que le trataron.
El que se me nombre
Hijo Adoptivo del pueblo que mi padre amó me enorgullece doblemente.
Llegué a Turre con cuatro meses de vida procedente de la vecina
Mojácar donde nací y donde mi padre estaba de Médico. Tras las
primeras oposiciones a Médicos Titulares, luego de la sangrante
guerra fratricida de 1936, sacó el nº 2 y se trasladó a este
hermoso pueblo. No se cuestionó otro lugar de la geografía
española. Aquí había nacido su padre, mi abuelo, luego médico en
Macael, mi bisabuelo Bartolomé, médico de este pueblo en 1880, de
gran amor por sus gentes hasta el extremo de llamarle éstas el “papá
Carrillo” y mi tatarabuelo Blas también médico aquí en 1849.
Para mi padre Turre era el paraíso y es en ese paraíso donde acabo
de entrar al ser nombrado, por vuestra generosidad, HIJO ADOPTIVO
La
visión de Turre nos da la perspectiva del Mediterráneo meridional
entroncada con el islam. La historia local de Turre es larga; durante
muchos años estuvo islamizada y luego vinieron cristianos viejos que
convivieron con mudéjares y después con moriscos
Pueblo
andaluz donde nuestra habla no es como la andaluza sino que comparto
las palabras de Don Julio Caro Baroja que su “fonética
suena a un castellano viejo casi literario”
Situado
entre el corazón del rio Aguas con un clima suave excepcional y
escaso en precipitaciones y con un vigía de alta montaña como la
majestuosa Sierra de Cabrera, para encontrarse en la zona llana de la
bajada del Barranco del Negro donde observo la avenida-calle con el
nombre de mi padre. Arropado por la Iglesia de la Purísima
Concepción y la Ermita de San Francisco. De Nicolás Cánovas, autor
del himno de Turre, extraigo unos versos sueltos: “Por
dosel la Sierra Cabrera/ por alfombra su inmensa vega/”
En
el término municipal de Turre, encontramos testimonio de otras
épocas, ruinas de cuatro siglos, como los despoblados de Teresa y
Cabrera. Paredes y cimientos de un milenio como los que se encuentran
en la rambla del Gitano, restos colgantes de más de dos mil años
como la villa ibero-romana de Cadima; arquitectura megalítica como
el yacimiento de arqueológico de Gatar, o marcas del paleolítico
como en la cueva de las Palomas de la Cerrá de Teresa o la Cueva del
Algarrobo. Turre, pues, no es el solar de casas donde construyeron
los mudéjares expulsados de Mojácar en 1490, sino que Turre es un
producto histórico con diversos asentamientos explicables todos
ellos, gracias a su riqueza del medio natural. Los mudéjares en
Turre los cristianos en Mojácar
Hay
dos documentos clave para conocer la Historia de Turre: Carta de los
Reyes Católicos el 26 de Julio de 1502 sobre los vecinos moriscos
de Turre y Teresa y Carta del emperador Carlos V a favor de los
vecinos moriscos de Turre anulando el privilegio de los cristianos
viejos de Mojácar. Aún así, tras la guerra de las Alpujarras los
poblados de Cabrera y Teresa se sublevaron y escaparon a África, no
así Turre. Los mojaqueros arrasaron con casi todo en Cabrera y
Teresa e incluso se llevaron la campana de la iglesia de Turre como
así consta en el libro de matrimonios de 1573
Hubo
el repartimiento de tierras de 1573 y la refundación de Turre debido
al real privilegio de 1596 de la segregación de Turre de Mojácar.
En
Turre se ha visto pasar los cambios evolutivos de los avatares de la
vida en sus formas de vida. La huerta de Turre y la defensa de sus
derechos sobre las aguas del rio aguas donde el Marques del Carpio y
el Duque de Alba tenían los mismos intereses sobre el agua que los
vecinos de Turre y entre ellos se apoyaban
La
hermosa huerta ha dado paso a otras formas de cultivo. La
desnaturalización del medio agrario y el abandono de todos sus
cortijos dando vida con su hermosa huerta, ha dado paso a otras
formas de cultivo. La ganadería porcina y en menor grado el cabrío
ha perdido la preponderancia de otros tiempos. Empero han surgido
otros como la gastronomía en múltiples restaurantes con sus platos
de Pelotas, Ajo colorao, Gurullos, Gachas, Migas, o el Caldo pimentón
o Acelgas esparragás. Surgiendo la construcción, panaderías,
tiendas, y servicios.
El
clima bonancible y la calidad de vida en su estancia hacen de Turre
un centro de refugio de otros europeos mayoritariamente británicos.
Ofrezcámosle nuestra hospitalidad y disposición. Potenciemos el
Turismo. Hagamos patria chica. Hagamos pueblo.
Pintores
como mi tío bisabuelo Nicolás Carrillo, mi primo Bonifacio Ridao
Carrillo, mi hermana Carmen y yo mismo hemos homenajeado a Turre con
nuestros pinceles.
Cuidemos
nuestra sierra y sus hermosos lugares de los que ya mencioné en mi
Pregón de Fiestas de año 2014. Siempre que estoy en lugares como
EEUU,
América latina, Europa, etc. y me preguntan de dónde es usted,
siempre contesto “Yo de Turre”. Seamos UBUNTU:
“yo
soy porque nosotros somos”. Vayamos todos cogidos de la mano.
Miquel Martí i Pol nos dice en uno de sus poemas: …
y que se oiga / la voz de todos, solemnemente y clara…/… que todo
está por hacer y todo es posible /…
Unamos todas las manos. Unamos todas las voces.
Este
reconocimiento supone para mí no sólo una recompensa generosa, sino
un orgullo vitalicio y un estímulo impagable. Si algún mérito he
hecho para este reconocimiento es, como hijo que no olvida,
devolverle al pueblo la
ofrenda humilde de unas flores, de lirios blancos y amarillos,
logrados en una vida de trabajo y de lucha.
Como
Garcilaso, escribió en su Égloga Tercera: “Lo
que puedo te doy, y lo que he dado/ con recibillo tú/ ya me
enriquezco”...
Citándome
a mí mismo en frase de mi Pregón de Fiestas 2014: “Eres
Turre el chopo al que me arrimo…Me has seducido con el rostro de tu
cara en el medio del mundo, con tu natural olor a tomillo y a retama,
el que traspiras tu mismo cuando te mueves conmoviendo los sueños
que crías entre tus francas risas”….
Gracias
Turre, gracias de todo corazón, con un enorme latido
En
Turre a 28 de Febrero de 2016
Dr.
Blas Carrillo López
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DÍA DE ANDALUCIA EN #TURRE 2016Ayuntamiento de Turre - Turismo, Cultura y Festejos Turre - Guadalinfo Turrewww.villadeturre.com by @prensaturre
Posted by Prensa Turre Almería on Domingo, 28 de febrero de 2016
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